El tren siempre ha sido un recurrente habitual de el arte visual. El adiós, la partida, la despedida o el final siempre han ido unidos a este gigante de hierro. El videojuego en cambio no ha recurrido muchas veces a él como elemento central de la obra pero para eso están los rusos de Do My Best Games, quien en su juego The Last Station usan este elemento de nuevo como metáfora del fin.
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